Crisis

Dificultad, trance, apuro. Inestabilidad, incertidumbre, miedo. Desequilibrio. La afección que le damos a esta palabra por los siglos de los siglos Amén. Crisis, de nacimiento e infancia, de pubertad y adolescencia, de la primera juventud, luego de la edad media de la vida y la tercera edad. Hay crisis circunstanciales, inesperadas y accidentadas, crisis ambientales, económicas y evolutivas. Cuando pensamos en crisis, pensamos en escasez, privación o carencia. Tememos a cambios violentos y repentinos que nos puede perjudicar a nosotros, a nuestro entorno y a nuestra sociedad. Tememos a las crisis por creemos, con cada célula de nuestro cuerpo que perdemos el control de nuestras emociones y con esto el rumbo de nuestra vida. Pero lo cierto es que mucho antes de que nosotros existiéramos, para los griegos la palabra crisis significaba decidir.

Decidir. Cuanto dista de la interpretación que hacemos hoy, ¿no?

Decidir: resolver, adoptar, concretar, elegir, aspirar, lanzarse, arriesgarse, Animarse. Decidir es nuestra capacidad innata como seres humanos y existe gracias al poder de razonar y al de nuestra voluntad.

¿Qué la vida puede ser muy difícil en determinados momentos? Si, es verdad. O no, no se. Depende de vos.

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¿Sentiste alguna vez estar perdido y no saber para dónde ir?

Te viste atrapado en círculos viciosos o situaciones recurrentes? Adivino, que si tuviste la suerte, como yo, de sentirte así en más de una oportunidad, intentaste por todos los medios dejar de sentirte así. Creíste fervientemente, que alguien de afuera te daría la solución para salir de ese estado. Y no funciono. O puede que si, por algún tiempo. Hasta que volvió a suceder.

Crisis. Dificultad, trance, apuro. Inestabilidad, incertidumbre, miedo. Desequilibrio. Y aquella interpretación que nos hace sentir que no tenemos salida. Y que el suelo que nos sostiene tiembla.

Te entiendo, también estuve ahí. Y experimente todas las emociones en la lista. Obligatorias, una por una. Como si fuese un check list que debías de cumplir para poder volver a respirar.

Te tengo una buena noticia, esto no tiene que ser así. De manual. A mí me funciono, capaz te puede servir a vos. Si pienso en crisis como la posibilidad de tamizar o separar. La necesidad de separar lo que no es viable, lo que merece vivir, de aquello que tienen que morir.

La vida es movimiento y cambio constante.

Cada momento, cada instancia, cada cambio de crecimiento, implica un dejar atrás algo, un terminar un morir a lo viejo para que surja lo nuevo. Y la clave está en aceptarlo todo: Lo próspero y lo adverso, como un don. Pero como es posible que la crisis sea un don? “El don dentro de cada don es la oportunidad”. Recibir un momento de crisis como un don, significa descubrir las oportunidades que esta crisis nos ofrece: aprender, crecer, madurar, hacer algo diferente al respecto. Decidir

Decidir. De haberlo sabido antes.

Sin culpas, ahora lo sé. Y vos también.